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3.09.2011





Ni soy la más guapa, ni soy la más lista, ni la más delgada, ni la que tiene un cutis perfecto y unos ojos azules como el agua del Caribe, acompañado por un pelo, rubio, liso y sedoso. No soy una chica 10 y no te niego que me gustaría serlo. No estoy contenta conmigo misma en algunas cosas. ¿Y quién si?
No tengo ni la mejor casa, ni la mejor habitación, ni la mejor ropa. Intento vestir siguiendo la moda, siempre dentro de los que mis padres se pueden permitir. Estoy acostumbrada a caprichos, pero las cosas cambian. Y a mi me ha cambiado la vida una cosita de 13 meses, con unos rizos rubios que me alegra las mañanas, tardes y noches, mi hermana. Siempre he sido muy celosa, demasiado, he llegado a considerarlo una enfermedad,pero con ella no. ¿Por qué será?
Igual porque es ella la que más sonrisas me regala al día.
Tampoco tengo la casa perfecta, ni vivo en la ciudad perfecta, con el clima perfecto. No tengo nada de eso perfecto, pero tampoco lo quiero. Porque tengo a mis amigos. Ellos si que son PERFECTOS junto con mi hermana me brindan todas las sonrisas que puedo desear al día.
Sin mis amigos, no soy nadie. Eso está claro. Y como ya he dicho parece que toda mi vida es una mierda, pero no, porque están ellos, que son las mejores personas que he conocido en mis 15 años de vida.

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